En 1963, dos conocidos futbolistas de la época, el “Huevo” René Pontoni y el “Atómico” Mario Boyé, decidieron abrir una pizzería. Así nació La Guitarrita, con la cocina a cargo de Jorge Grillo, un pizzero que antes trabajaba en El Acordeón, de Villa Ortúzar, y que definió el estilo del local. Con más de sesenta variedades a la piedra en horno a leña, dos de las especialidades de la casa son la Farineta (pizza rellena con cebollas, rodajas de tomate, jamón y muzzarella) y la Veneciana (cebolla, jamón, rodajas de tomate y huevo duro). Todas las paredes están adornadas con cuadros, banderas, fotos y antigüedades relacionadas con el fútbol.
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