Esta pizzería atrae a todo tipo de público que hace filas cualquier día de la semana para sentarse a saborear sus creaciones. Podés comer de parado, sobre el mostrador, en una pequeña barra lindera a la puerta o en las mesas de los salones. El éxito de El Cuartito es la buena materia prima y la técnica de elaboración para que la pizza salga siempre igual, con el mismo sabor y textura. La fugazzeta es imperdible. El local tiene mucha mística: mozos experimentados y paredes llenas de afiche deportivos originales, fotos y banderines. Abierta desde 1934, hoy está comandada por la tercera generación familiar.