Teatro Multitabarís

Desde fines de 2019, el Multitabarís es un moderno complejo con tres salas y capacidad para casi 1.200 espectadores. Más que un teatro renovado, se trata de toda una declaración de amor a las tablas del empresario Carlos Rottemberg, quien se animó al desafío de multiplicar y poner en valor este espacio.

La sala original de planta baja tiene capacidad para 490 espectadores entre platea, pullman y un primer nivel de palcos. En el segundo piso, hay otra sala con 370 localidades. Y en el subsuelo, una más para 338 espectadores. Todas ellas tienen accesos independientes y espacios de espera amplios y luminosos. También cuenta con un ascensor para que personas con movilidad reducida puedan ingresar a los distintos niveles.

Uno de los logros más notables es haber conseguido que estas tres salas funcionen al mismo tiempo sin interferencias acústicas, gracias al trabajo del ingeniero Alberto Haedo.

El proyecto arquitectónico, liderado por J. Saragusti, A. Sturm y Ariel Aidelman, recuperó la impronta Art Déco del edificio original, especialmente visible en su fachada. El interior fue repensado para aprovechar cada rincón sin perder de vista la memoria del lugar, La puesta a punto fue integral: nuevas instalaciones, equipamiento escénico, sanitarios, accesibilidad garantizada y detalles de diseño, como las luminarias suspendidas que dan vida al gran atrio central.
 

Cien años de historia

El edificio guarda entre sus muros una trayectoria que comenzó a principios del siglo XX como cabaret, estuvo cerrado unos años hasta que volvió a abrir sus puertas en 1924 como Ta-Ba-Rís cabaret. A lo largo del tiempo, fue adaptándose a los cambios sociales y culturales del país. En los años 50, unió las sílabas de su nombre en Tabarís y se convirtió en teatro de revistas.

También supo ser cine y templo evangélico, hasta volver a abrir sus puertas en 2005 como teatro, de la mano de Carlos Rottemberg. En 2019, se transformó en la propuesta que conocemos hoy, manteniendo intacta su esencia.

Una apuesta por el presente y el futuro de las artes escénicas, y un homenaje a quienes hicieron y hacen que el telón siga subiendo cada noche.

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