Santa María forma parte del pequeño polo de pizzerías tradicionales que se concentran en las dos cuadras de la Av. Corrientes, entre el 6700 y el 6900. Santa María abrió sus puertas en 1947, el mismo año que su vecina El Imperio de la Pizza. Tienen caminos paralelos y destinos comunes, ya que ambas son fieles intérpretes del modelo de pizza que gusta en la Ciudad de Buenos Aires. Aquí se elabora únicamente pizza al molde. Se destacan la de mozzarella y la fugazzeta de queso y cebolla. La carta de postres es clásica y tentadora: sopa inglesa, el palo Jacob y el imperial ruso.