Alejandro Simik fundó en el año 2001 el Museo Fotográfico Simik en el conocido Café Palacio, local ubicado en la esquina de Federico Lacroze y Fraga, barrio de Chacarita. Rápidamente se transformó en un lugar de encuentro para los coleccionistas y amantes de las cámaras. La idea de instalar el museo dentro del café fue con la intención de que cualquier persona pudiera descubrir y conocer en forma didáctica y atractiva la evolución de la fotografía. No es necesario pagar entrada ni tomar un café para visitar el lugar.
En un principio, en el bar se dieron clases gratuitas de introducción a la fotografía. Actualmente las actividades se multiplicaron con exposiciones periódicas de diferentes fotógrafos, que se inauguran el primer miércoles de cada mes, y con charlas abiertas sobre el tema.
En octubre de 2005 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo declaró Sitio de Interés Cultural por su valioso aporte a favor de la preservación del patrimonio. También fue distinguido con la Orden del Buzón, galardón otorgado por el Museo Manoblanca.
En el interior del Café-Museo encontramos diversos objetos relacionados con la fotografía, de gran valor histórico y emotivo. La colección comprende más de 20.000 fotografías que, por cuestiones de espacio, se van rotando y exhibiendo en diferentes oportunidades, por época, tema o autor.
En este ámbito se creó El Club de Fotógrafos con Cámaras Antiguas, así que sus seguidores salen a tomar fotos con esas cámaras. El Museo cuenta con un estudio fotográfico que posee elementos de última generación, en el que se puede trabajar con cámaras de formato grande (placa de 10 x 12), medio, en sus diversas variantes y también en digital. Actualmente la actividad se amplió a Museo Cinematográfico.
El Café Palacio, cuyo nombre se debe a que el propietario original, el español don Valeriano Sierra, era oriundo del pueblo Palacio, posee servicio de cafetería y una carta sencilla pero atractiva, Internet gratuita y computadoras de acceso libre. En el subsuelo se dictan cursos de fotografía y los viernes y martes por la noche suele haber algún espectáculo de jazz en vivo. Entre las mesas del café y las vitrinas de exhibición se realizan exposiciones fotográficas de autores contemporáneos.