Es un punto de referencia ineludible para las artes y una verdadera usina de actividades y experiencias para todos sus visitantes.
Un Bar Notable que ha sido siempre testigo y protagonista del incesante movimiento de esta zona.
En esta casa de fines del siglo XVIII, vivió el pintor y dibujante marplatense.
El Colegio Máximo de San Ignacio se trasladó a esta manzana en 1662.
La Confitería del Molino viene siendo testigo de los últimos cien años de la Ciudad.
Desde 1929, esta entidad de bien público cumple con el objetivo de difundir conocimientos astronómicos.
Pierino es un bodegón tradicional y sus dueños aseguran que se trata de la última cantina italiana de Buenos Aires.
Su picada y la cantidad de fotos y objetos que adornan la pared hacen de este bar, un bar tradicional.
Un café histórico que cumple una doble función: también es un museo de banderas de fútbol.
De alojamiento a restaurante, una esquina inmune al paso del tiempo.