El Museo Judío de Buenos Aires fue fundado en 1967 por el Doctor Salvador Kibrick, miembro de la Congregación Israelita de la República Argentina, quien fue el primero en donar objetos personales de su colección, tales como rollos de Torá, Sidurim, pinturas, objetos rituales, libros antiguos, monedas, mezuzot, entre otros. Fue el primer Museo Judío de América Latina y se encuentra en el antiguo barrio judío de Buenos Aires, contiguo al templo de la calle Libertad, primera sinagoga argentina. Su patrimonio pertenece a la Congregación Israelita de la República Argentina y cuenta con un área testimonial, galería de arte y biblioteca.