Su nombre está dedicado al mítico Café de los Inmortales o Copetín de Corrientes, que en la década del treinta del siglo pasado fue punto de reunión privilegiado del mundo literario y bohemio de Buenos Aires. Los rostros de esos personajes, protagonistas de infinitas charlas, son los que están inmortalizados en las cientos de fotografías que tapizan cada rincón de esta pizzería. Felipe Fiorellino y Francisco Di Ciancia fueron los creadores de este lugar. Los secretos de la pizza de los Inmortales son tres: horno, masa e ingredientes de calidad.
Fecha de inauguración: 1952
Especialidad: pizza tradicional porteña a la piedra