A mediados del siglo XIX, este predio fue el almacén de ramos generales Valdez.
El café Los Laureles inició su actividad en 1890. Todavía hoy se conserva una chapa enlozada que dice: “Café-Bar-Billares de Hidalgo, González y Santamariña”, todo un homenaje a sus tres fundadores españoles. Cuentan que aquí solía almorzar Alfredo Palacios y luego, desde el balcón de la casa de enfrente, sobre la calle Gonçalves Días, daba discursos para sus seguidores.
En el interior del local, hay una foto del primer diputado socialista de Latinoamérica comiendo en Los Laureles.
Por la cercanía con el Club Sportivo Barracas, también eran habitués varios boxeadores que entrenaban en esos gimnasios, como José María Gatica, Tito Sáenz, los hermanos Carlos y Osvaldo Cañete, y Oscar “Ringo” Bonavena. Barracas fue y es un barrio de tango, por eso también ha sido elegido por grandes figuras, como Ángel Vargas, Enrique Cadícamo y Ángel Villoldo, entre otros. La música del 2x4 sigue viva entre estas paredes porque desde hace tiempo, los viernes por la noche se acercan los vecinos a tocar la guitarra y a cantar.
Recorré los barrios más emblemáticos.