Especializado en los caracoles, ranas, mejillones y mariscos en general...
Miramar es considerado todo un emblema del barrio de San Cristóbal. Un lugar para degustar los clásicos de la cocina porteña y española, en un ambiente auténtico de bodegón, con paredes repletas de fotos, estantes con latas en conserva, decenas de botellas de vino y una antigua balanza para pesar fiambre, que se usa para fetear en el momento los fiambres que acompañan sus célebres picadas. Algunos de los platos más recomendados son los guisos, las tortillas de papa babé, el mondongo, el rabo de toro en vino tinto, el lechón, las ancas de rana, las sardinas asadas, la chambota y los caracoles. De postre, el vigilante (queso y dulce) o la mousse de chocolate. La carta de vinos es excelente. Un lugar para conocer y redescubrir una y muchas veces. Ofrece servicio de wifi, aire acondicionado y estacionamiento.