El origen de su nombre es una historia aparte: resulta que en 1950, cuando se inauguró el local, había una reconocida rotisería que se llamaba Mar del Plata. Y la familia Ramos decidió bautizar su negocio con el nombre de otra localidad de la costa bonaerense.
Miramar fue refugio de referentes de la música porteña, como el “Polaco” Goyeneche y Aníbal Troilo. También fue frecuentado por personajes de la política y el sindicalismo, como el metalúrgico Lorenzo Miguel, quien compraba allí todos los días su almuerzo, o el expresidente Fernando de la Rúa. El cómico Alberto Olmedo vivía enfrente y era habitué. Hoy, es frecuente ver a la artista plástica Marta Minujín yendo a buscar su tortilla española para llevársela a su taller, que queda a una cuadra.
Algunos de los platos más recomendados son las picadas, los guisos, las tortillas de papa babé, el mondongo, el rabo de toro en vino tinto, el lechón, las ancas de rana, las sardinas asadas, la chambota y los caracoles. De postre, el vigilante (queso y dulce) o la mousse de chocolate. La carta de vinos es excelente. Un lugar para conocer y redescubrir una y muchas veces.