En Nueva Pompeya, el barrio más tanguero de Buenos Aires, está este bar que es parte de la historia. Comparte la esquina con un antiguo buzón rojo, que le da el nombre. Su fachada simple con detalles verdes y cortina metálica como si fuera un comercio cambió a lo largo de los años. Lo único que conserva intacto es el ambiente barrial, cálido y su dueño sentado en una de las mesas hablando con los parroquianos.