Durante la década del 30 floreció un estilo simple, de líneas rectas y presente en diferentes barrios.
Existen diversas maneras de arribar a la Ciudad: en avión, en ómnibus, en tren, en barco, en crucero o en auto.
Construcciones altas y de techos abovedados completan el eclecticismo porteño.
La comida es la excusa. Este momento incluye a amigos, familiares y un sinfín de historias.
El fanatismo de la capital argentina por esta disciplina es único.
Cerca de Buenos Aires, existe una alternativa perfecta para desenchufarse de la ciudad y conectarse con la naturaleza. En Tigre te adentrarás en un mundo de islas, infinitos canales, arroyos y ríos.
Comenzá tu recorrido en el casco histórico y apasionate con el mítico sur de Buenos Aires.
De aquel tiempo de dominio español quedó un estilo muy particular, luego reivindicado cuando la Argentina ya era tal.
Solo utilizan fruta natural para lograr una coctelería fresca.
Una parrilla clásica en una casona de adobe del siglo XVIII, la más antigua que se conserva en toda la Ciudad.