El Obelisco es el mayor emblema de la Ciudad de Buenos Aires y de sus habitantes, como lo son la Torre Eiffel respecto a París o la Estatua de la Libertad en relación a Nueva York. Fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 como homenaje al cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires., y se alza exactamente en el lugar donde se izó por primera vez la bandera nacional en la Ciudad.
Es obra del arquitecto Alberto Prebisch, uno de los principales exponentes del modernismo argentino y autor también del vecino Teatro Gran Rex.
Con una altura de 67,5 metros, una base de 6,8 metros por lado y un peso aproximado de 170 toneladas, domina la intersección de dos de las avenidas más icónicas de la ciudad: la 9 de Julio, una de las más anchas del mundo, y la Avenida Corrientes, epicentro de la cultura y el entretenimiento porteño. Tiene una única puerta de ingreso —orientada hacia el oeste, sobre la Av. Corrientes— y culmina con un mirador con cuatro ventanas que ofrecen vistas hacia los cuatro puntos cardinales.
¿Sabías que en sus inicios el Obelisco fue muy resistido y estuvo a punto de ser demolido? Apenas tres años después de su inauguración, el Concejo Deliberante votó su demolición por razones estéticas, económicas y de seguridad. La decisión fue cuestionada por el presidente Roberto Ortiz y finalmente vetada por el entonces intendente Arturo Goyeneche.
Su construcción también guarda un dato asombroso: apenas tomó 31 días. Participaron 157 operarios en esta obra que fue ejecutada a una velocidad récord para la época.
Hoy, además de ser el punto de encuentro por excelencia en celebraciones populares, el Obelisco renueva su propuesta con una intervención que lo vuelve aún más atractivo para locales y visitantes: muy pronto ofrecerá un nuevo ascensor panorámico y un mirador desde la cúspide, por el que podrás disfrutar de Buenos Aires desde una perspectiva inédita, a 67,5 metros de altura.
Cada año, la Ciudad de Buenos Aires recibe a más de 9 millones de turistas nacionales e internacionales. Por eso, uno de nuestros íconos más queridos conserva su encanto y potencia la experiencia de los visitantes.
Recorré el barrio de San Nicolás.