En 1946 se inauguró el Claridge Hotel, uno de los más tradicionales de la Ciudad.
En sus mesas se sentaban personalidades como Gardel, Lorca, Borges y Cortázar.
Está ubicado en un edificio histórico de Buenos Aires de más de 150 años.
La magia de una esquina centenaria.
Su nombre homenajea a su importantísima clientela: los coleccionistas de estampillas, monedas y medallas…
En 1920 abrió sus puertas y aún conserva su mobiliario.
Entrañable café de los hermanos Ramos, es uno de los clásicos del centro.
Un lugar de encuentro para los coleccionistas y amantes de las cámara.
Barrio que por mucho tiempo fue el punto de encuentro entre el campo y la ciudad...
Con la bohemia de siempre.