Emblema del barrio, en él descansan porteños que construyeron la historia de la Ciudad.
Es el estadio donde se vivieron momentos únicos en la vida deportiva, cultural y social del último siglo de la Ciudad.
Se inauguró en 1732. Conserva retablos, imaginería y ornamentos originales.
El parque ocupa una superficie 30 hectáreas y es el tercero más grande de la ciudad.
Una sala casi centenaria que se inauguró como cine-teatro y hoy sigue marcando la agenda del espectáculo.
Es una de las salas más emblemáticas de la Ciudad. Con más de cien años de historia, conserva su magica impronta.
El escenario más antiguo de Buenos Aires que sigue contando historias.
Este espacio verde fue diseñado por el célebre paisajista Carlos Thays.
Una sala con el encanto de comienzos del siglo XX, a la que se le agrega la magia de la innovación.
A metros del Obelisco, siempre están los costillares girando al calor de las brasas.