Pasión por su deporte y por su club

Pablo Rodríguez ha sido hincha del equipo de fútbol del Club Atlético Huracán toda su vida, por lo que es una alegría para él ser parte de la vida de la institución al que pertenece su corazón, en pleno barrio de Parque Patricios, como entrenador de boxeo en el gimnasio de la sede deportiva de Huracán.

"Lo que es la mística de Huracán en el barrio es muy fuerte", cuenta Pablo, y sigue: "Es un lugar muy especial para trabajar, donde uno trabaja con mucha pasión".

Parte de la vida porteña

El gimnasio lleva el nombre de Oscar "Ringo" Bonavena, un boxeador del club que tuvo una exitosa carrera en los Estados Unidos en la década de 1960 y luchó contra Muhammad Ali en 1970. Ringo sigue siendo un ídolo en el club, tanto es así que hay una estatua suya mirando a su equipo desde las gradas del estadio de fútbol.

"De chico, era curioso para probar los deportes", dice. “Mi papá trabajaba mucho y me crié un poco en un club e iba probando todos los deportes y me quedé con este. Fue el que más me atrapó ".

Un lugar para todos

Rodríguez ingresó aquí como entrenador de boxeo en 2009. Ahora entrena a unas 200 personas, de las cuales 30 compiten. Trabajan todas las noches y coordinan las peleas para los fines de semana.

"Cada chico tiene una etapa, una evolución. Hay chicos que están iniciándose y también vienen los profesionales, que ya pasaron 10 años de entrenamiento y están transitando su etapa profesional para poder obtener un rédito económico gracias al esfuerzo que hicieron. Pero todos lo hacen por gusto, por pasión. El boxeo es un deporte que roza con lo marginal porque es una pelea legal, pero es una especie de deseo y una lucha contra el destino para todos los que lo practican".

Más que un deporte

Como todos los clubes tradicionales de la Ciudad de Buenos Aires, Huracán es conocido primordialmente por su equipo de fútbol de primera división, pero allí sus cientos de miembros, de las más diversas edades y orígenes, practican todos los deportes: desde gimnasia y handball hasta boxeo.

"Es un centro de reunión de diferentes deportes", explica Pablo. “Creció mucho la parte social en la sede. Se generó un club abierto. Las dos cosas que más me gustan son la parte técnica, el boxeo en sí mismo como deporte; y la parte social que es todo un mundo y me fascina. Cada niño es una historia, y cada historia tiene muchas cosas atrás: su familia, sus sueños. Es un deporte que provoca el encuentro de mucha gente. Esto es lo que más me emociona".

Descubrí la pasión de un barrio por su equipo. Visitá el estadio del Club Atlético Huracán, Palacio Ducó, en Parque Patricios.