Viajar es siempre una magnífica experiencia. Hacerlo solo es, además, una excelente oportunidad de encontrar un espacio de introspección y de relax, sin más obligaciones que hacer lo que tenés ganas en cada momento. ¡Te dejamos cinco propuestas para que disfrutes de Buenos Aires por tu cuenta!
Hay lugares de Buenos Aires que no se pueden dejar de conocer. Muchos de ellos se encuentran en el Casco Histórico de la ciudad. Con sus principales atractivos ubicados entre Monserrat y San Telmo, allí se encuentran los sitios de Buenos Aires que más se relacionan con la historia del país: el Cabildo, la Casa de Gobierno, la icónica Plaza de Mayo y la Manzana de las Luces son los imperdibles de esta zona. Si no es tu primera vez en la ciudad y ya conocés estos lugares o si simplemente tenés ganas de conocer más, hay muchos otros espacios para descubrir: el Palacio de la Legislatura, la iglesia San Ignacio de Loyola, el Museo de la Ciudad y el mirador de la Galería Güemes. Como extra, podés conocer algunos rincones secretos que te van a sorprender.
La Reserva Ecológica Costanera Sur es el mayor espacio verde de la Ciudad de Buenos Aires. Es uno de los paseos preferidos por porteños y turistas para caminar, andar en bicicleta, trotar, hacer senderismo o simplemente pasar unas horas de relax en plena metrópolis. A tan solo diez minutos del microcentro porteño, en sus 350 hectáreas tenés la posibilidad de conocer las más de 2000 especies que pueden verse desde sus seis senderos -entre plantas, aves, hongos, insectos, tortugas, lagartos y coipos-. Como si fuera poco, se calcula que en una visita de dos horas podés avistar al menos 50 aves diferentes.
En el barrio porteño de Recoleta se ubica, según National Geographic, la librería más hermosa del mundo: el Ateneo Grand Splendid. Erigida sobre el antiguo cine teatro Grand Splendid, conserva su antiguo esplendor y elegancia, con su cúpula decorada con frescos, sus barandas originales y su decoración intacta. Este sereno templo de los libros es un lugar ideal para disfrutar de un café -en el bar ubicado en su antiguo escenario- y leer tranquilamente alguno de sus ejemplares. También se pueden aprovechar los sillones que están a ambos lados de la sala principal o bien ubicarse en los exclusivos palcos que funcionan como pequeñas salas de lectura. Para completar la experiencia, se puede visitar el piso superior, que está dedicado a muestras y exposiciones.
Pocas cosas son más efectivas para conocer una ciudad que caminarla de punta a punta. Buenos Aires te ofrece la posibilidad de recorrerla con un guía, conocé los circuitos al aire libre de Turismo en Barrios.
La avenida Corrientes tiene 70 cuadras de largo, pero en un tramo que ocupa tan solo siete de ellas -precisamente entre las avenidas Callao y 9 de Julio- se puede vivir una de las mejores noches de Buenos Aires. Actualmente, ese trayecto de una de las calles más tradicionales de la ciudad se hace peatonal de noche, invitando a disfrutar en una tranquila caminata con vista a las luces del centro porteño. Pocas cosas son tan propias de la idiosincrasia de la capital argentina como terminar un día recorriendo las librerías de Corrientes para luego mirar una buena obra en alguno de sus tantísimos teatros, comer unas cuantas porciones de muzzarella en una de sus icónicas pizzerías y terminar la noche con un gran helado.