El Hotel de los Inmigrantes, que funcionó como tal entre 1911 y 1953, es donde se mantiene viva la memoria y la historia de los inmigrantes que llegaron a la Argentina desde Europa, Asia y África en el siglo XIX. Es una forma también de reflexionar y celebrar a quienes continúan llegando a Buenos Aires desde distintos puntos de la región y del mundo,
Este complejo de pabellones fue construido en 1906 para que se alojaran los miles de inmigrantes que arribaban a la Argentina durante sus primeros días en el país. Se lo planificó según distintas áreas: desembarco, colocación, administración, atención médica, servicios, alojamiento y traslado de las personas.
El hotel alberga al Museo de la Inmigración, creado en 1974, y el Centro de Arte Contemporáneo, inaugurado en 2012. La entrada es gratuita.
Este lugar destaca la importancia histórica, cultural, social y económica de la inmigración. Uno de sus rasgos más interesantes es que presenta al público la experiencia de la migración en sus diferentes etapas: el viaje, la llegada, la inserción y el legado. Vas a encontrar mucha documentación histórica, fotografías, films, testimonios contemporáneos y reliquias.
Una de las piezas más llamativas de su patrimonio son los libros de registro de todos los inmigrantes. En sus bases de datos, podés rastrear antepasados que hayan llegado en barco.
Además, da cabida a intervenciones artísticas itinerantes, como las de Carlos Trilick, Graciela Sacco, Gabriela Golder, Mariano Sardón y Annemarie Heinrich.
Este centro de arte promueve la participación de diversos actores culturales y sociales. Desde su inauguración, expusieron artistas internacionales como el francés Christian Boltanski (quien desarrolló una intervención que fue visitada por más de 300 mil personas), Rosa Barba (Italia) y Ito Steyerl (Alemania), entre otros.