Inaugurado en 1884, este Bar Notable fue construido sin escatimar esfuerzos ni gastos: fina boiserie, magníficos vitraux, mármoles italianos y muebles traídos de París. La poetisa argentina Alfonsina Storni fue una asidua clienta, porque además era vecina del barrio de Almagro. Sus salones también eran frecuentados por Roberto Arlt e Irineo Leguisamo, entre otras grandes figuras.
A pesar de su cierre en 1998, la Legislatura de la Ciudad la declaró “área de protección histórica” y fue reinaugurada en 2001, conservando su encanto y elegancia.
A las impecables piezas de mármol de Carrara en la barra y las mesas, se le suman las suntuosas arañas de bronce original.
Su carta es amplia, pero el sello distintivo de Las Violetas son sus abundantes y sabrosas meriendas. Tanto es así que a las tardes siempre hay una fila de personas esperando para entrar a disfrutar de ellas.
En 2017, fue elegido como el mejor Café Notable en una votación abierta a toda la comunidad.
Fue inaugurada el 21 de septiembre de 1884 y las crónicas de la época cuentan que el entonces ministro Carlos Pellegrini, futuro presidente, llegó hasta aquí en un tranvía especial y acompañado por muchos de sus distinguidos amigos.
Alrededor de la década del 20, fue remodelada y aparecieron sus vidrieras y puertas de vidrios curvos, sus vitrales franceses y sus pisos de mármol italiano.
A lo largo de los años, las mesas de Las Violetas fueron un lugar de encuentro de políticos, artistas y escritores.
Recorré los barrios más emblemáticos de la Ciudad.