La esquina Aníbal Troilo, ex Café del Carmen, fue el lugar que "Pichuco" inmortalizó con sus tertulias y, según cuenta la leyenda porteña, sirvió como fuente de inspiración de varios tangos.
Este bar había sido fundado previamente por los hermanos asturianos Pedro, Pepe y Faustino Fernández, quienes compraron un local que a su vez fue almacén y despacho de bebidas.
En el año 1975 fue declarado Monumento Histórico y en 2014 el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lo incluyó en la lista de bares notables porteños.
En la actualidad luce renovado pero conserva la mística de siempre. De lunes a viernes funciona como un típico bar porteño y por temporadas ofrece durante los fines de semana espectáculos musicales, con la presentación en vivo de un bandoneonista. El lugar está decorado con más de 300 cuadros, incluyendo una colección de retratos de Troilo, fotografías del club River Plate (del cual Pichuco era hincha), banderines, trofeos y dibujos, entre otros objetos.
Los habitués, generalmente jóvenes universitarios y muchos turistas, encuentran en esta esquina un rincón para almorzar, cenar en familia o simplemente tomar un café escuchando música.