El Querandí es un local gastronómico que guarda entre sus paredes más de un siglo de historias porteñas. Su solar tiene raíces históricas profundas: fue parte de la manzana que don Juan de Garay cedió a Alonso Gómez del Mármol en 1583, tras la segunda fundación de la Ciudad.
Allí, en 1920, abrió sus puertas este clásico porteño que pronto se convirtió en refugio de los alumnos del vecino Colegio Nacional Buenos Aires. Durante décadas fue testigo de charlas, encuentros y cafés compartidos, hasta que en los años 80 debió cerrar sus puertas.
Afortunadamente, 12 años después, renació con su espíritu intacto y su mobiliario original: las sillas Thonet, la boiserie de cedro oscuro y ese aire elegante que lo distingue entre los cafés notables de la Ciudad.
Restaurado en 1992, fue declarado “Bar Notable” y “Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana”, distinción que reconoce su valor patrimonial y su aporte a la identidad porteña.
No hace falta más que cruzar la puerta de entrada para sentir que el tiempo se desacelera: techos altísimos, columnas salomónicas, madera oscura y una atmósfera que invita a quedarse.
Durante el día, El Querandí se muestra luminoso y refinado, con mesas espaciadas, servicio de recepcionista y una propuesta ideal para almuerzos de negocios o encuentros tranquilos. Ofrece un menú ejecutivo, carta estacional y sugerencias semanales que combinan platos clásicos con guiños contemporáneos.
Cuando cae la noche, el ambiente cambia. Las luces bajan, los acordes del bandoneón se hacen presentes y el espacio se transforma en una auténtica tanguería porteña.
Con una cena show de cocina internacional y un espectáculo de tango que celebra la pasión y la elegancia del 2x4, El Querandí te invita a revivir la esencia de Buenos Aires en su versión más genuina.
Antes del espectáculo, podés saborear una cena a la carta de tres pasos, (hay platos vegetarianos, aptos celíacos y veganos).
Luego, preparate para un recorrido por la historia del tango en cinco bloques de época: “Orígenes”, “Inmigrantes y Arrabal”, “Gardel, el Tango Canción”, “Salones y Milongas”, “Modernismo”.
Recorré el barrio de Monserrat.