En la misma cuadra en que vivió Jorge Luis Borges toda su infancia se encuentra este antiguo almacén con despacho de bebidas, con el tiempo devenido en bar y restaurante. El salón, pequeño, tiene parte de sus paredes revestidas en boiserie y un mostrador-barra de madera sobre el que se exhiben grandes frascos de ajíes en aceite y de aceitunas. La cocina, de raigambre española, delata el origen de sus propietarios.
Recorré los barrios más emblemáticos.