Fundado por el artista plástico Luis Felipe Noé en 1969, como una manifestación (“una provocación cultural”, como solía decir) del movimiento artístico de la Nueva Figuración al que pertenecía junto con Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, desde el principio se convirtió en el símbolo de toda una generación. Los vidrios de la fachada fueron pintados por Jorge de la Vega y el interior, en boiserie, con una barra mostrador de madera y el piso de parquet, recuerdan que éste fue el primer pub que tuvo la Ciudad.
Hoy todavía sigue siendo lugar de encuentro de intelectuales y artistas.
Recorré los barrios más emblemáticos.