Teatro Nacional Cervantes

Constituye una de las principales salas del país, con una marcada impronta española.

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El Teatro Nacional Cervantes, ubicado en la esquina de la avenida Córdoba y Libertad, fue declarado Monumento Histórico Nacional y constituye una de las joyas de la arquitectura de la Ciudad de Buenos Aires. La inauguración del Cervantes, el 5 de septiembre de 1921, constituyó un verdadero acontecimiento cultural y social para la Buenos Aires de principios de siglo. Fue también la cristalización del sueño de la actriz española María Guerrero y su esposo Fernando Díaz de Mendoza, quienes empeñaron su fortuna personal para concretar el proyecto. Incluso, el mismo rey de España Rey Alfonso XIII estuvo involucrado en la construcción ya que María Guerrero logró su compromiso para que el teatro fuese una obra de toda España. El rey ordenó que los buques de carga españoles de su gobierno que llegasen a Buenos Aires debían transportar los elementos artísticos indispensables para el Cervantes. Varias ciudades españolas trabajaron para el suntuoso teatro, de Valencia llegaron azulejos y damascos; de Tarragona, las losetas rojas para el piso; de Sevilla, las butacas del patio, bargueños, espejos, bancos, rejas, herrajes, azulejos; de Lucena, candiles, lámparas, faroles; de Barcelona, la pintura al fresco para el techo del teatro, de Madrid, los cortinados, tapices y el telón de boca, una verdadera obra de tapicería que representaba el escudo de armas de la Ciudad de Buenos Aires bordado en seda y oro. 

Inauguración y venta

El diseño y la ejecución de la obra estuvo a cargo de los arquitectos Fernando Aranda y Emilio Repetto quienes acordaron con María Guerrero que la fachada del edificio reprodujera los detalles de la Universidad de Alcalá de Henares, de estilo Renacimiento y columnas platerescas. La construcción y ornamentación del Cervantes demandó cerca de setecientas personas, entre operarios y artistas. El teatro quedó formalmente inaugurado el 5 de setiembre de 1921 con la obra La dama boba de Lope de Vega, que interpretó María Guerrero. Pasados cinco años de su inauguración y debido a los altos costos de mantenimiento que derivó en un fuerte endeudamiento, el matrimonio Guerrero - Díaz de Mendoza decidió rematar el edificio en subasta pública. La oportuna movilización de personalidades del arte y la cultura evitó la subasta y fue adquirido por el Estado. En 1933 se dispuso por ley la creación del Teatro Nacional de la Comedia y se destinó para su funcionamiento el Teatro Cervantes, bajo la autoridad de la Comisión Nacional de Cultura creada, a su vez, por la misma ley. 

Incendio y reconstrucción 

En 1961 un incendio destruyó gran parte de las instalaciones del Cervantes y las obras de reconstrucción demandaron siete años de trabajo. A raíz del incendio, se incorporó un anexo, diseñado por el arquitecto modernista Mario Roberto Alvarez. El Teatro reabrió sus puertas en 1968 y en 1995 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Actualmente también funcionan en el Cervantes el Instituto Nacional de Estudios Teatrales, el museo del Teatro Cervantes, un archivo teatral y una biblioteca especializada en el sector. 

La visita de Los Guerreros

El Teatro Nacional Cervantes invita a recorrer las instalaciones del antiguo edificio con una original propuesta: La visita de los Guerrero. En esta visita guiada por actores que interpretan a María Guerrero, su esposo Fernando Díaz de Mendoza y sus dos hijos se cuenta la historia de la construcción del teatro y su inauguración. También, los visitantes pueden recorrer las salas María Guerrero y Orestes Caviglia, el foyer, el salón dorado (que lleva el nombre de Luisa Vehil), los camarines y los espacios donde se guardan la escenografía y el vestuario. 

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