13 h | Palacios de Av. Alvear

La zona que muestra la cara más aristocrática de Buenos Aires.

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En apenas 7 cuadras, la avenida Alvear tiene algunas de las mansiones más valiosas de Buenos Aires, que recuerdan a la París de finales del siglo XIX. Es que esta avenida, tal vez la más elegante de la Ciudad, fue trazada en 1885 por iniciativa del intendente Torcuato de Alvear. Aunque originariamente se llamaba Bella Vista, fue luego rebautizada, en homenaje al padre del funcionario, Carlos María de Alvear, que había sido un hombre de destacada actuación en los albores de la Argentina.

Empezamos en la plazoleta Carlos Pellegrini, donde está la escultura de este importante político argentino, obra del escultor francés Jules-Félix Coutan, inaugurada en 1914. Enfrente, hacia el este, está el Jockey Club, el aristocrático club que se fundó en 1882 y es un símbolo de dinero y poder. Su edificio de finales del siglo XIX mantiene los ambientes y la recepción originales, y aun solo permite socios hombres. Las mujeres pueden ir nada más que a algunos eventos.

Hacia la Av. 9 de Julio, vemos el antiguo Palacio Ortiz Basualdo, magnífico edificio de Bellas Artes que, desde 1939, alberga a la Embajada de Francia. Fue diseñado en 1912 por Paul Pater, para Daniel Ortiz Basualdo y sirvió como la residencia oficial del Príncipe de Gales en su visita a Argentina, en 1925. Si bien hoy la Embajada es un ícono de la avenida 9 de Julio, al momento de la ampliación de la calle, el edificio estuvo en peligro. Pero el gobierno francés intervino y evitó la demolición, lo que generó que el trazado fuera ligeramente alterado.

Al otro lado de la plazoleta, encontramos el Palacio Pereda, una antigua mansión que perteneció al médico Celedonio Tomás Pereda y a su esposa, María Justina Girado, miembros de una familia de grandes terratenientes de la época. Ellos le pidieron a Louis Martin que realizara la casa a imitación del Hotel Jaquemart Andre de París. Pero al no cumplir con los requisitos, el Pereda lo echó y la obra fue terminada por el arquitecto belga Julio Dormal. Actualmente es la residencia del Embajador de Brasil en Buenos Aires, ya que fue vendida a ese país en 1943. También es sede del Espacio Cultural de la Embajada.
Siguiendo por la avenida Alvear, podremos disfrutar las vistas de otras residencias de estilos franceses que confieren a la avenida un aire parisino.

La Nunciatura Apostólica (Av. Alvear 1637) pertenece al Vaticano y es donde se alojó el Papa Pío XVII en su visita a Argentina en 1934. En la misma cuadra están el Palacio Duhau (Av. Alvear 1661), residencia de la familia Duhau que ahora es un hotel de la cadena Hyatt, y el Palacio Maguire (Av. Alvear 1681). También se ve la Secretaría de Cultura (Av. Alvear 1661), la Galería Alvear y, cruzando la Av. Callao, el sofisticado Alvear Palace Hotel, majestuoso por su arquitectura y decoración, símbolo indiscutible de la Belle Époque. Su construcción demoró una década y fue inaugurado oficialmente en octubre de 1932. En el año 2003, fue declarado Monumento Histórico de la Ciudad de Buenos Aires.
 

Dato útil:
El Patio Bullrich está paralelo a esta avenida, por la calle Posadas entre Libertad y Montevideo. Este edificio histórico data de 1867 y fue una casa de remates de distintos objetos, entre ellos ganado y equinos. Desde 1988, es un centro comercial con variedad de locales, cines y patio de comidas.
En el Palacio Duhau podés disfrutar de una distinguida pastelería a cargo de Damian Betular (uno de los Maestros Jurados de Master Chef Argentina).
 

Cómo seguimos:
Ya tenés hambre, ¿cierto? Al finalizar la caminata por la Av. Alvear, nos encontramos con la Plaza Intendente Alvear, rodeada de interesantes propuestas gastronómicas y culturales.


 
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ALVEAR AV. 1400