Desde aquí tenemos la gran postal de la Ciudad. Es el punto de reunión donde se festejan desde los triunfos de los equipos de fútbol hasta muchas movilizaciones sociales.
Está en la intersección de las emblemáticas Avenida 9 de Julio y la Avenida Corrientes, famosa por sus teatros y la actividad nocturna.
Si seguimos por la Avenida 9 de Julio hacia el norte, nos encontraremos con el Teatro Colón, una de las salas líricas más importantes del mundo. Hacia el sur, está el edificio del Ministerio de Desarrollo Social, distintivo porque su fachada tiene un mural dedicado a Evita.
Caminando por la Avenida Roque Sáenz Peña, popularmente llamada Diagonal Norte, terminamos en Plaza de Mayo. Esta calle conecta a dos de los tres poderes: el Palacio de Tribunales (Poder Judicial) con la Casa Rosada (Poder Ejecutivo).
Datos útiles:
Una característica distintiva de la Avenida Corrientes son sus librerías. No es casualidad que Umberto Eco haya elegido una vieja librería de esta avenida para ambientar las primeras páginas de su novela El nombre de la rosa, en la cual toda la trama gira en torno a un antiguo manuscrito.
Si te detenés en la esquina de Av. 9 de Julio y Corrientes y mirás hacia la izquierda, vas a descubrir que arriba de un edificio está el famoso “Chalecito de la 9 de Julio” (Sarmiento 1113). Esta pintoresca casita montada en las alturas, y con el estilo de las de la ciudad de Mar del Plata, fue construida por un exitoso comerciante español que vivía en la localidad de Banfield, al sur del conurbano, pero tenía una mueblería en el centro de la Ciudad y quiso disponer de una vivienda ¡para dormir la siesta!
Cómo seguimos:
Desde el Obelisco, caminamos cinco cuadras por la Avenida 9 de Julio, en dirección al sur, hasta Avenida de Mayo.