“Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”, dijo el novelista Henry Miller. Si estás por viajar a Buenos Aires, quizás quieras ver la ciudad como lo haría un porteño y ser parte de las costumbres que hacen a Buenos Aires única. Tomá nota de estas ideas y descubrí la ciudad desde cerca.
Si sos de los que puede pasarse horas ojeando páginas y páginas y leyendo contratapas de libros, pasear por las ferias de libros usados de Buenos Aires puede ser un muy buen plan. Las ferias de Parque Rivadavia (Caballito), Plaza Italia (Palermo) y Plaza Houssey (Recoleta) son algunas de las más conocidas. Ahí, podés encontrar miles de ejemplares y hasta cruzarte con ediciones que creías agotadas.
De día o de noche, una de las propuestas más tradicionales, que eligen muchos porteños al paso, es comer en los carritos, similares a foodtrucks, de la Costanera Norte y Costanera Sur. Allí, con algunas de las vistas más sorprendentes de la ciudad, podés probar los clásicos choripanes y los sándwiches de bondiola o asado con salsas caseras mientras mirás despegar los aviones del Aeroparque Jorge Newbery, uno de los más modernos de Sudamérica, o los barcos que navegan por el Río de la Plata, el más ancho del mundo.
Andar en bicicleta o a pie por la ciudad te permitirá descubrirla desde otra perspectiva, de forma rápida, accesible, sustentable y divertida. Buenos Aires cuenta con más de 150 km de ciclovías para moverse por los barrios y, además, cuenta con eco-bicis, que como habitante de la ciudad o como turista podés usar de forma gratuita. Además, muchos porteños eligen caminar por la ciudad para vivir de primera mano todas las emociones y descubrir edificios, rincones, pasajes y más lugares sorprendentes.
Hay bares en la ciudad de Buenos Aires que fueron escenario de actividades culturales significativas y que por antigüedad, arquitectura o relevancia local son considerados "notables"; estos bares forman parte oficial del patrimonio cultural de la ciudad. Conocerlos y compartir charlas de café, disfrutando de un clásico "cortado", es ritual obligado para los habitantes de la ciudad y una experiencia imperdible para los viajeros.
La oferta gastronómica de Buenos Aires, distinguida como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2017, es variada y riquísima, y tiene en su configuración la herencia de los inmigrantes que llegaron en el siglo XIX. Justamente, los bodegones son la síntesis porteña de ese legado italiano y español:allí se comen buenos platos de pasta, “minutas” -platos que se hacen en minutos-, algunos platos a base de mariscos y pescados e, infaltable, una selección de cortes de carne a la parrilla. Algunos bodegones llevan más de 100 años abiertos.
No todos los porteños son tangueros, pero desde hace ya algunos años, el tango -que en sus orígenes fue la música del arrabal- se está extendiendo y ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Cada noche, se organizan en diferentes milongas–lugares do
De noche, la ciudad mantiene su ritmo incesante. Las barras sofisticadas, con tragos de autor, distinguen a la noche porteña, sobre todo en los barrios de Palermo, Retiro y Recoleta. Las propuestas de estos bares se alinean con la coctelería internacional y, en algunos casos, sorprenden con originales toques locales.
Para conocer más sobre la ciudad y sus atractivos, participá de todas las actividades, visitas guiadas y paseos que la ciudad tiene para vos en: travel.buenosaires.gob.ar/visitas-guiadas