Elegí tu deporte favorito
Buenos Aires, una ciudad viva y cosmopolita, tiene una amplia y variada propuesta deportiva.

Fútbol: pasión de multitudes

Cuando en la Ciudad se hable de la pelota, seguramente se tratará de la de fútbol. El fútbol es una pasión argentina y de la misma manera se vive Buenos Aires. La ciudad y sus alrededores concentran a la mayoría de los estadios de fútbol de primera división, muchos de los cuales ofrecen visitas a sus instalaciones y algunos cuentan con museos donde enseñan parte de su historia futbolística.
Los llamados “potreros” se organizan en plazas y espacios verdes de manera instantánea: allí donde haya pasto y espacio, seguramente se arme un “picadito”, en el que cualquiera puede participar. Esta palabra deriva de la práctica del fútbol en zonas populares, donde no había instalaciones propias. Se dice de Messi que es el “representante del fútbol de potrero”.
También son habituales las prácticas no profesionales en las canchitas de papi fútbol, donde  grupos de amigos suelen alquilarlas por hora. Hay torneos que organiza la Ciudad de Buenos Aires y otros auspiciados por clubes y empresas. Es un deporte para todos, ya que también lo practican las mujeres y personas con capacidades diferentes.
 

Skate: vivir al extremo

Hoy algunos los utilizan para desplazarse por la ciudad o para ponerse en forma, una gran idea sobre todo si hay carril bici o paseo marítimos, como en los Lagos de Palermo. Pero el auténtico espectáculo es ir a un skatepark y disfrutar de los saltos y trucos que hacen tanto patinadores como skaters. Para eso, la ciudad inauguró en 2013 el Parque de deportes extremos para skates, rollers, longboard y mountain bike. Apto para profesionales y amateurs, es un lugar especialmente pensado y estructurado para estos deportes que exigen al extremo. También en los parques Micaela Bastidas y Mujeres Argentinas en Puerto Madero, se practican estos deportes urbanos.

Bicis: a rodar la ciudad

Usar la bici puede sumar diversión al deporte. Hoy la ciudad cuenta con 130 km de bicisendas que recorren la ciudad de norte a sur y de este a oeste. Los lugares favoritos son Palermo, Rosedal, Costanera Norte y Costanera Sur.

Golf: puntería y camaradería

Más allá de los clubes privados, en Buenos Aires se puede ir al Campo de Golf de la Ciudad, con infraestructura y servicios de primer nivel y un costo realmente accesible. También funciona allí una escuelita de golf para chicos hasta 14 años.

Remo: navegar las aguas porteñas

Para remo o el canotaje, una buena alternativa dentro de la ciudad es practicarlos en los diques de Puerto Madero. Uno de los principales sitios para hacerlo es el Yacht Club Puerto Madero, que te brinda las instalaciones necesarias, así como cursos de remo, kayak y otros muy completos de Timonel de yate a vela y a motor.

Polo y pato: espectáculos a caballo

En Buenos Aires hay variedad de clubes para aprender o practicar equitación. El más significativo es el emblemático Jockey Club Argentino, con predio de hipódromo, cancha de golf y campo de deportes. Tampoco se puede dejar de asistir a un partido de polo en el Campo Argentino de Polo, considerado por todos como la “Catedral” del polo mundial, y donde también se realizan partidos de pato, el deporte nacional de la Argentina. O vibrar con una carrera de caballos en el Hipódromo de Palermo, donde solía asistir entre los años 1920 y 1930 el mítico cantor de tangos Carlos Gardel.

Maratones: otra manera de recorrer Buenos Aires

Cada día más personas disfrutan de correr por la Ciudad. Los 42K y 21K de la Ciudad ya son una cita obligada para corredores de todas partes del mundo. Para estar en plena forma, el Gobierno de la Ciudad propone el Programa “Buenos Aires Corre”, en el Parque Mujeres Argentinas, Parque Centenario, Parque Saavedra, Palermo Golf, Rosedal, Parque Avellaneda y Plaza Arenales. En las clases, profesores experimentados guían a los participantes en entradas en calor, elongación, ejercicios de acondicionamiento físico general (abdominales, espinales, correctivos de postura, trabajos de fuerza de brazos y piernas con pesas y mancuernas) y entrenamiento específico, entre otras. Luego, se arman pequeños grupos para caminar, trotar o correr, de acuerdo al nivel de cada uno, teniendo en cuenta que la actividad puede ser realizada tanto por un corredor veterano como por aquellos que recién se inician.

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