Este pasaje -que lleva el nombre de su primer propietario- fue construido en 1878, pero debió ser remodelado cuando se abrió Avenida de Mayo. Los materiales y la mano de obra son excelentes, como se ve en los vitrales, en las vidrieras curvas y en las carpinterías de bronce de los locales del pasaje. Une la Avenida de Mayo con Hipólito Yrigoyen y es la única casa que tiene una entrada particular a la línea A de subterráneos (estación Perú). Esta galería comercial cuenta con una famosa peluquería que frecuentaba el Papa Francisco, en su época como arzobispo de Buenos Aires.
Conocé la historia del barrio de Monserrat.