El CCK es un espacio moderno, amplio y diverso dedicado a diversas manifestaciones artísticas que incluyen conciertos, recitales, exhibiciones de artes visuales, eventos de literatura, poesía, artes performáticas y nuevas tecnologías, talleres, festivales, proyecciones, homenajes, ferias y una programación específica para la infancia.
Tiene más de 100 mil metros cuadrados y la envergadura de los centros culturales más importantes del mundo.
Durante la década de 1880, el entonces presidente Miguel Juárez Celman impulsó la construcción de un gran palacio que fuera la sede central de la Dirección de Correos y Telégrafos. El arquitecto francés Norbert-Auguste Maillart fue el encargado del proyecto. La obra comenzó en 1911 y finalizó en 1928, año en que fue inaugurado por el presidente Marcelo T. de Alvear Así, esta construcción funcionó como Correo Central durante 80 años. De aquí salían y entraban los mensajes, cartas y documentos.
En 1997, el ex Palacio y su mobiliario fueron declarados Monumento y Patrimonio Histórico Nacional.
A partir del 2009, se hicieron trabajos de restauración y puesta en valor en las cuatro fachadas y el interior del edificio. En 2015, volvió a abrir sus puertas, esta vez como uno de los centros culturales más importantes del mundo.
Entre sus principales atractivos se encuentra La Ballena Azul, una sala de música sinfónica para 1.750 espectadores; una Sala de Música de Cámara para 540 personas; y la Gran Lámpara, un espacio de 2 mil metros cuadrados destinado a exhibiciones, que se ubica en el sexto y séptimo piso y está revestido por placas de vidrio que emiten luz.
Las antiguas oficinas se transformaron en espacios para proyección de videos, conferencias y exposiciones. Además, hay seis salas auditorios para más de 100 espectadores.
En la cúpula, un vidrio facetado y un sistema de luces led se convirtió en un gran foco de atención. Esta área cuenta con un escenario levadizo, bancos laterales de pinotea, luces escénicas y un exclusivo sistema de refrigeración.
También es muy impactante la obra móvil donada por el artista mendocino Julio Le Parc. Su “Esfera azul”, hecha con placas de acrílico, corona el hall de ingreso del edificio.