Esta es una galería particularísima. Fue la primera con una impronta muy under. Así que viene siendo un espacio en el que muchas generaciones fueron a buscar todo lo que no había en ningún otro sitio. En la Bond, se imponen los grafitis, muchos grafitis, por todos sus pasillos, ideales para sacar unas cuantas fotos, y vas a ver siempre grupos de jóvenes que lo tienen como punto de encuentro.
Los locales comparten una misma pasión bien urbana. Aquí conviven los tatuajes y piercing con los comics, el diseño independiente, la indumentaria gótica y también para skaters y bikers, remeras de todas las bandas y disquerías con material inédito. Hay muchos tatuadores super reconocidos y otros locales pequeños de autor. En varios casos, los podés ver en acción.
Es un lugar de culto para los fanáticos del rock, del indie, del metal y de todo lo que supone la cultura alternativa. Pero también una muy buena opción para quienes no frecuentan “esos mundos” y tienen curiosidad de ver de qué se tratan.