En Lo de Jesus, la protagonista de la carta es la carne. Este restaurante tiene un departamento de Calidad y el jefe del área se encarga personalmente de seleccionar las carnes que llegan a las parrillas. Recorre los frigoríficos y elige los cortes con el estándar que el restaurante requiere, siguiendo una consigna: “la calidad no se negocia”. Los más solicitados son el bife de chorizo y el ojo de bife. La entraña también se transformó en un corte premium. Las mollejas y provoletas salen en su punto justo, doradas por fuera, tiernas por dentro y con un sabor único.
Entre las guarniciones se destacan la papa al plomo, los vegetales grillados o las espinacas a la crema. Las opciones de parrilla se completan con dos excelentes pescados: el famoso salmón rosado y el Pacú. Aunque también es muy recomendable la trucha grillada con hinojos salteados a la crema.
Las pastas completan la clásica pero variada cocina. Imperdibles los ravioles de lomo con crema de espinacas o los tagliatelle con langostinos, crema, limón y cherries quemados.
También elaboran su propio pan de campo, con una receta del noroeste argentino y utilizando harinas orgánicas. Lo hornean cuidadosamente hasta que quede dorado y crujiente por fuera, suave y esponjoso por dentro.
Para la hora del postre: panqueques de dulce de leche o de manzana con helado, flan casero, mousse de chocolate o tiramisú.
Además tiene vinoteca propia, la Malbequería, con más de 300 etiquetas y especializada en Malbec.