Muchas de las viejas cervecerías alemanas de la ciudad mutaron su clásica propuesta de wurst y kassler por una culinaria porteña, de raíz ítalo-española. Gambrinus es un buen ejemplo. Abierto en 1930, actualmente ofrece supremas Maryland, picadas y pastas y se pueden acompañar con vino. Persisten algunos platos alemanes y de Europa del Este, como salchichas, chucrut y gulash. Su clientela fiel hace que el lugar siempre esté lleno y con mucho movimiento.
De lunes a sabados , de 12:00 a 15:30, y de 19:30hs a 00:00hs.