Estadios emblemáticos | 4. Estadio Diego A. Maradona

Los estadios de fútbol conservan una mística de la época en que fueron construidos y la renuevan cada quince días cuando son el escenario del show. El Estadio Diego Armando Maradona está incrustado en el corazón de un barrio de calles angostas, edificios bajos y tensa calma. La geografía dice Villa General Mitre, pero para todos es el barrio de La Paternal.  

No sobresale por su altura ni por su estilo arquitectónico refinado sino más bien por la extensión con la que se despliega en los alrededores a través de los murales y el predominio del rojo en la paleta de colores de los comercios vecinos. Tiene las huellas de sus hinchas que desde 1940 copan sus tribunas. Antes de tablones, ahora de comento macizo, concreto y compacto. El desgaste por los años, los gritos y los saltos forman parte de una memoria activa que no deja de renovarse.

El Diego A. Maradona, según la voz del estadio

El estadio está en movimiento. Es asimétrico visto desde el cielo, pero sigue unos patrones lineales en los detalles: los asientos uniformes se cortan abruptamente y deciden hasta dónde se pueden sentar las personas. Las líneas de colores avanzan rectilíneas hasta un determinado punto donde el rojo confronta con el blanco.

En el estadio Maradona hizo su debut profesional Diego Armando. No fue el único: el semillero de Argentinos Juniors dio jugadores como Esteban Cambiasso, Juan Pablo Sorin, Juan Román Riquelme, Fernando Redondo y Claudio Borghi. Fue tan imponente su sello que el estadio jamás está desierto. Tan es así, que algunos lo llaman el templo.