Esta vía constituía una importante arteria que conectaba la zona del barrio de Flores con el resto de la ciudad. En un principio se la llamó Camino Real; luego, Camino de Flores y finalmente en 1857 adoptó su nombre actual. Por aquí transitaban carretas, carros, galeras, diligencias y arreos de ganado. A mediados de 1858 se instaló el primer servicio de alumbrado público: faroles de vela que al poco tiempo fueron reemplazados por lámparas de aceite, primero, y kerosén después. Al cabo de casi dos décadas se inauguró el alumbrado a gas y en 1911 se colocaron las primeras lamparitas eléctricas. Hoy la Avenida Rivadavia, con sus coloridas marquesinas, carteles de neón, bares y confiterías, continúa siendo una ruta muy transitada que corre de Este a Oeste. Además, la ampliación de la línea A de subterráneos (se inauguraron en el año 2013 las estaciones San José de Flores y San Pedrito) acortó la distancia de este tradicional barrio porteño con el Centro de la Ciudad.
Recorré los barrios más emblemáticos.