Pegado al límite norte de Caballito, llegamos a Villa Crespo. Este es un barrio que nació alrededor del año 1880, muy tímidamente y terminó transformándose en uno de los más poblados de esta Ciudad. Era una zona de grandes quintas, aledaña a la Chacarita de los Colegiales. Su nombre se debe al apellido del intendente, el Dr. Antonio Crespo, que comenzó el loteo. Ya a fines del siglo XIX, la Fábrica Nacional de Calzado, la curtiembre La Federal y los talleres metalúrgicos de Maspero le dieron un gran impulso. Para muchos decir Villa Crespo es referirse exclusivamente a viejos tangos, pintorescos cafés poblados de poetas y orquestas de la vieja guardia. Este fue el barrio narrado por Alberto Vacarezza, el de los sainetes cargados de color y generalmente exagerados, el de los enormes conventillos. Pero existe otro Villa Crespo, el de hoy, el cosmopolita, el elegido por la colectividad israelita o por los sirio libaneses para desarrollar sus actividades comerciales. Un territorio que oscila entre el presente y el pasado, entre la realidad y el mito.
Sugerencias: Parroquia San Bernardo Abad, (Gurruchaga 165), El Conventillo de la Paloma (Serrano 152) y Monumento a Osvaldo Pugliese (Corrientes y Scalabrini Ortiz).