Avenida de los Italianos y Macacha Güemes, Puerto Madero.
Un chofer de tamaño real con una billetera rectangular típica de su oficio se encuentra de pie apoyado sobre un auto. Se trata de un Siam Di Tella 1500, modelo argentino difundido en la década del 60 y comúnmente utilizado como taxi. Inaugurado en 2012, su autor es el artista plástico Fernando Pugliese, quien además hace las veces de músico, abogado e historiador.
Lavalle y Talcahuano, San Nicolás.
Una pareja de bailarines (Norma Fontenla y José Neglia) recuerda a los nueve integrantes del Ballet Estable del Teatro Colón que fallecieron en un accidente aéreo el 10 de octubre de 1971. Es precisamente por eso que la obra, realizada por el escultor Carlos de la Cárcova, se ubica a pocos metros del gran teatro argentino. Dicho sea de paso, ¿ya visitaste el Colón?
Av. del Libertador 2000, Palermo.
Allá por el Parque Thays es difícil no ver a este peculiar torso masculino sin cabeza. Pero, específicamente, ¿qué es? Íntegramente de bronce con una base de mampostería e inaugurado en 1994, se trata de una obra del colombiano Fernando Botero, quien acostumbra a resaltar la expresión de los volúmenes. Y vaya que lo ha logrado.
Av. de Mayo y Luis Sáenz Peña, Monserrat.
Una réplica de la famosa escultura de Auguste Rodin llegó a Buenos Aires en 1907. Fue fundida en bronce a partir del molde original y posee la firma del artista francés. Durante el centenario de la revolución fue exhibida frente al Congreso Nacional y en la actualidad se encuentra a pocos metros de allí. ¿Quién fue el encargado de la gestión? Eduardo Schiaffino, el primer director del Museo Nacional de Bellas Artes.
Av. Paseo Colón y av. Independencia, San Telmo.
En la plazoleta Eva Perón hay un basamento rectangular con 14 figuras. Son niños, mujeres y hombres que arrastran una inmensa piedra como símbolo del trabajo. Expresa alegóricamente su significado de liberación y esfuerzo. Un mensaje impactante pero notablemente claro.
Av. 9 de Julio 1925, Monserrat.
En plena avenida 9 de Julio, justo en la esquina del ex edificio del Ministerio de Obras Públicas (a la altura del segundo piso), una escultura representa al soborno. El protagonista conserva en una mano un tesoro, con la otra espera que le den aún más y con los ojos mira hacia un costado. El contexto, siempre esclarecedor: fue inaugurado en 1933 para denunciar la corrupción de la época.
Av. Sarmiento y Avenida del Libertador, Palermo.
Buenos Aires es una de las pocas ciudades que posee una escultura del famosísimo cuento entre sus calles. ¿Cuál es la razón? Nadie lo sabe. Lo cierto es que la realizó el escultor francés Jean Carlus y fue comprada por la Municipalidad en 1937.
Avenida de Mayo y avenida 9 de Julio, Monserrat
En 1980, el gobierno español le regaló a Buenos Aires un homenaje al ingenioso hidalgo. Ubicado en pleno centro, a su alrededor hay autos y no molinos de viento. Está montado sobre su caballo, Rocinante, y el pedestal representa a la llanura de La Mancha.