Las fuentes que enriquecen a Buenos Aires
En un recorrido fotográfico por la ciudad, descubrimos algunas fuentes que decoran los rincones porteños.

De espaldas, cierra los ojos y aprieta con fuerza el puño y los párpados. “Ojalá que no estén mirando muchos”, piensa y pide un deseo. Entonces, la moneda cae al agua. Aunque pocos siguen teniendo esta vieja costumbre, cada tanto aparecen monedas oxidadas en el fondo de las fuentes porteñas. 

Desde su inauguración, muchas fuentes han sido ubicadas y reubicadas en diferentes rincones; algunas entraron en desuso y otras se alzan con renovada majestuosidad. En total, suman 126 y 26 de ellas fueron restauradas en el último año. En verano, no obstante, muchas permanecen secas por medidas de seguridad. 

Estas obras son la expresión de un binomio: el monumento −sólido, permanente y firme− y la fuente de agua que da movimiento y agilidad al conjunto escultórico. En algún momento del siglo XIX, los cuerpos desnudos de mármol o hierro fundido escandalizaron a más de una señora. Hoy forman parte indiscutible del patrimonio artístico porteño. 

 

Riqueza agropecuaria

Lugar: Plaza Alemania

Dos grupos escultóricos, que forman un monumento de más de 25 metros de largo, enmarcan la fuente de Plaza Alemania. Uno representa a La Agricultura y el otro, a La Ganadería. Diseñado en mármol y bronce, el monumento-fuente fue obsequiado a nuestro país por la colectividad alemana con motivo del centenario de la Revolución de Mayo. La obra se inauguró en 1918, ocho años después de haberse colocado la piedra fundamental. De los bocetos presentados por 122 artistas, había ganado el del alemán Gustav Adolf Bredow, quien, según cuentan, fue en persona a elegir los bloques de mármol al monte Pentelikon, en Grecia. 

 

Las dos fuentes

Lugar: Av. 9 de Julio y Córdoba

Las fuentes Ornamental I y II, ubicadas actualmente en la intersección entre las avenidas 9 de Julio y Córdoba, se encontraban antes a cada lado de la Pirámide de Mayo. En ese entonces, 1870, no tenían agua porque la Ciudad no contaba con suministro de agua corriente. Luego fueron separadas y, finalmente, vueltas a unir. A principio de siglo, habían sido encargadas a la compañía fundidora artística francesa Du Val D’Osne, cuyo fundador había recibido la medalla de oro en la Exposición Universal de París en 1867. 

 

L' aquaiolo

Lugar: Jardín Botánico

Un niño ofrece agua, sonriente, a quienes pasan. L’Aquaiolo o “El Aguatero” es una escultura-fuente realizada en bronce por el artista italiano Vincenzo Gemito. Una primera versión casi idéntica, aunque del niño vestido con ropa interior, había sido obsequiada al rey de Nápoles Francesco II.  En principio, la obra fue colocada en Plaza San Martín, pero en 1988 se decidió su traslado al Jardín Botánico, donde estaría más segura. En su lugar, se ubicó una réplica. 

 

La fuente de las Nereidas

Lugar: Costanera Sur  

“Lola” Mora fue una de las escultoras sudamericanas más importantes de
su época. La fuente de las Nereidas se construyó en Italia y en 1903 fue traída a Buenos Aires. Originalmente había sido ubicada en el Parque Colón, pero la exposición de cuerpos desnudos generó controversia en la época y finalmente la escultura se movió a la Costanera Sur, que en ese entonces era una zona alejada de la Ciudad.  Además de la polémica por la desnudez de las figuras, se cuenta que la escultora fue cuestionada por usar pantalones, que le resultaban más cómodos para subir a los andamios de la obra.  La pieza, que representa el nacimiento de Venus, fue declarada Bien de Interés Histórico Nacional. 

 

Fuente decorativa

Lugar: Jardín Botánico

Junto a más de 5.500 especies vegetales, el Jardín Botánico Carlos Thays presenta 25 obras de arte dispuestas a lo largo de sus casi 70.000 m2. Una de ellas es la llamada Fuente Decorativa, en la que se representa a dos mujeres y dos niños abrazados, alrededor de un centro. Nada se sabe de esta fuente, que es una de las más bellas de la ciudad de Buenos Aires.

 

Los Angelitos

Lugar: av. Rivadavia esquina Rincón

La fuente de Los Angelitos es solo la parte superior de la obra de 12 metros decorada con Neptunos, Náyades, niños, mascarones, volutas y cartelas que fue originalmente. En 1920 se desarmó para colocar en su lugar el monumento de Cristóbal Colón que hasta hace poco se erguía frente a la Casa Rosada y luego se trasladó al espacio que ocupa hoy, entre las avenidas Lima y 25 de Mayo. Las demás partes se ubicaron en otros sitios de la Ciudad, aunque al desarmarlas y volverlas a armar se cometieron errores de ensamble, por lo que si se observa con detenimiento se notan diferencias con la composición original. La fuente fue construida en Francia y diseñada por los artistas Mathurin Moreau y Paul Liénard.

 

Neptuno

Lugar: Av. Figueroa Alcorta y av. Dorrego

El Neptuno en la valva marina era parte de un complejo escultórico que había sido encargado a los talleres franceses Du Val D’Osne en 1870. Las dos fuentes de la obra original se ubicaban en la Plaza de Mayo y estaban compuestas por dos Neptunos, uno anciano y otro joven, y dos Náyades. Las partes superiores de estas obras fueron posteriormente trasladadas a la avenida 9 de Julio. Por otro lado, uno de los Neptunos es el que se ubica hoy
en la fuente sobre la avenida Figueroa Alcorta, a metros de Dorrego. 

(Select Revista del banco Santander Río | Texto: Constanza Lambertucci | Fotos: Marko Vombergar)