En un homenaje a la pasión argentina que promueve valores como la inclusión y diversidad, te invitamos disfrutar de este recorrido por casi 90 años de historia olímpica argentina.
Jeanette Campbell en Berlín 1936. Fuente: Argentina Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos.
El principio de la carrera olímpica argentina fue, cuanto menos, prometedor: los deportes que auguraban buenos resultados acabaron en grandes éxitos. El primer oro argentino se dio en París 1924, cuando el equipo de polo nacional relegó en el podio a Estados Unidos y el Reino Unido. Más adelante, en Los Ángeles 1932 y Londres 1948, los maratonistas Juan Carlos Zabala y Delfo Cabrera, respectivamente, batieron los récords olímpicos de la época en sus disciplinas.
Jeanette Campbell, por su parte, en lo que fue la primera participación femenina argentina en una olimpíada, conquistó la medalla de plata en natación en Berlín 1936. Finalmente, en Helsinki 1952, la dupla de remo Capozzo y Guerrero obtuvo la última medalla de oro albiceleste en el siglo XX. Para entonces, el boxeo ya había alcanzado 18 medallas olímpicas.
Delfo Cabrera portando la bandera argentina en la inauguración de Helsinki 1952, último oro del siglo XX. Fuente: Argentina Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos.
La segunda mitad del siglo XX fue notoriamente menos exitosa. Sin embargo, el boxeo, remo, vela, equitación y vóley fueron los deportes que mejor intentaron mantener el prestigio pasado. Uno de los principales hitos de esta época se dio en Seúl 1988, cuando luego de ocho años sin medallas, la tenista Gabriela Sabatini se alzó con la de plata.
Cuatro años después, en Barcelona 1992, el hockey sobre patines se llevó la medalla de oro pero, lamentablemente, esta no fue contabilizada por referirse a un deporte de exhibición. Ya por el año 2000, el progreso comenzaba a asomar y fue en Sídney que la Argentina regresó con cuatro medallas: 3 de ellas correspondieron al equipo de vela y la restante a Las Leonas (hockey sobre césped femenino).
Ginóbili y Tévez, protagonistas de las dos medallas de oro en Atenas 2004. Fuente: Argentina Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos
El momento bisagra se dio en Atenas 2004, con la épica actuación de la Generación Dorada (seleccionado de básquet) y el afianzamiento del equipo de fútbol dirigido por Marcelo Bielsa. Con dos medallas de oro -que, curiosamente, se lograron el mismo día-, la Argentina cortaba con 52 años de sequía.
Los años siguientes fueron marcados por el auge de las artes marciales, con el oro del taekwondo en Londres 2008, el bronce en Pekín 2008 y nuevamente la dorada en Rio 2016, (juegos en los que también lo lograron el equipo de vela y el de hockey masculino sobre césped). Vale destacar también las dos medallas obtenidas por el tenista Juan Martín del Potro en las últimas dos olimpíadas.
Juan Carlos "el Ñandú" Zabala, primer oro argentino en maratonismo. Fuente: Argentina Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos.
El equipo argentino venció a su par británico en los Juegos de 1924. Fuente: Argentina Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos.
Algo del fuego olímpico quedó en la ciudad luego de que se disputara en Buenos Aires la tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Más allá de las historias, vivencias y emociones que quedarán por siempre, quedaron activos importantes espacios para el deporte. Siguen funcionando aún el Parque Olímpico de la Juventud, donde entrenan deportistas de varias disciplinas, y la Villa Olímpica, hoy convertida en un espacio verde abierto al público con más de 1000 departamentos de viviendas.
Por otro lado, los invitamos a conocer el Paseo de la Gloria, un homenaje al deporte con esculturas de enormes referentes olímpicos. Si de boxeo se trata, el estadio Luna Park es el “museo” al que debés acudir, sede de los combates más recordados de este deporte. Finalmente, un clásico porteño es disfrutar del mejor polo del mundo en el Campeonato Argentino Abierto, ¡no te lo pierdas!
¡Te invitamos a recorrer los barrios emblemáticos de la ciudad!