A primera instancia, cuando hablan de "Abierto Argentino de Pato" uno se imagina una carrera con animales entrenados en algún centro de alto rendimiento del país. Pero no: se trata de un deporte único que afortunadamente hoy no involucra a ningún pato. Si no tenés idea de qué se trata, esta nota es ideal para vos.

 

 

El pato es un deporte ecuestre que fue denominado como “nacional” en 1953. Los equipos se componen de cuatro jugadores, mientras que el juego se divide en seis períodos de ocho minutos cada uno, con un descanso de medio tiempo de cinco minutos. El campo es de césped y en cada extremo se ubica un aro de un metro de diámetro a 2,40 metros de altura. El objetivo, precisamente, es embocar el "pato" en el aro del equipo adversario.

 

 

El nombre del deporte refiere a una bola de cuero con seis asas -como unas sogas- que los jugadores buscan con intensidad para marcar un gol. Sin embargo, en sus comienzos no había ninguna bola, sino un ave muerta (normalmente un pato) envuelto en una bolsa de cuero. El juego prácticamente no tenía reglas y era extremadamente violento. Con más de 400 años de existencia, en algunos períodos de la historia argentina incluso fue prohibido.

 

 

En su reglamentación se autoriza a los jugadores a tomar el pato desde el suelo pero sin dejar de montar el caballo. ¿Se imaginan la preparación física que puede exigir eso? Una vez que se obtiene, están obligados a extender el brazo de manera que el adversario intente arrebatarlo; también pueden pasarlo a cualquier compañero. Es un juego rápido, a pura adrenalina, con caballos galopando a máxima velocidad.

 

 

“Ah, como un Quidditch pero a caballo” es una de las respuestas más comunes ante una primera explicación de la disciplina. Las escobas se cambian por caballos y las bolitas voladoras se reemplazan por el pato, pero las maniobras y dinámica del juego son similares. ¿Quién hubiera dicho que J.K. Rowling se inspiraría en este deporte para diagramar el costado deportivo de Harry?

 

El Abierto Argentino de Pato ocurre siempre en diciembre en el Campo Argentino de Polo, en Palermo, conocida como "La Catedral". Si estás por Buenos Aires en esta época, ¡no pierdas la oportunidad de ver este espectáculo bien de cerca!