La Biblioteca Nacional cuenta con manuscritos, libros, documentos, revistas, libros periódicos, fotografías, mapas, grabados, audiovisuales y partituras, principalmente distribuidos entre el sector “Libros” y su hemeroteca, la más importante de Latinoamérica.
Las piezas más valiosas están alojadas en la Sala del Tesoro, que reúne once mil volúmenes, de los cuales la mayoría pertenece a los siglos XVI y XVII, entre los que se encuentra un folio de la Biblia de Gütenberg, primer libro impreso, y veintiún incunables del siglo XV.
La Biblioteca Nacional, creada por Mariano Moreno el 13 de septiembre de 1810, atesora y resguarda los materiales con los que se han forjado las distintas ideas y épocas del país.
Desde entonces tuvo cuatro sedes: el Cabildo de Buenos Aires (1810-1812), la Manzana de las Luces (1812-1901), el lujoso edificio de la calle México al 500 (1901-1992), que estaba preparado para la Lotería Nacional, y la sede actual, la primera de su propiedad. Entre sus directores más destacados, tanto por su actividad literaria como por su labor en la institución, se encuentran Luis Chorroarín, Paul Groussac, Gustavo Martínez Zuviría y Jorge Luis Borges.
Nacida en las conmociones de la Revolución de Mayo, testigo privilegiado de la historia, la Biblioteca Nacional ofrece, en sus salas de lectura, sus auditorios y exposiciones, una oportunidad de repensar los enigmas de nuestra cultura colectiva.
Este solar -emplazado en el predio que comprende las calles Agüero y Austria, y las avenidas Las Heras y Del Libertador- perteneció a la quinta de la familia Unzué. En 1937 el Congreso de la Nación decidió expropiarlo y transformarlo en residencia de verano de los presidentes. El General Juan Domingo Perón vivió aquí hasta 1955 y en esta casa murió Eva Duarte de Perón, el 26 de julio de 1952. Después de la Revolución de 1955, se decidió demoler el edificio. El actual edificio fue proyectado por el arquitecto Clorindo Testa en colaboración con Alicia Cazzaniga y Francisco Bullrich. Cuenta con seis pisos y tres subsuelos para depósitos de libros. En el quinto piso, junto a la sala de lectura, hay un ventanal con excelente vista de la Ciudad. Posee nueve salas de lectura con una capacidad total de 940 lectores, un auditorio y una Escuela de Bibliotecarios. Desde el año 1955, el espacio comprendido por la esquina de la avenida Las Heras y la calle Agüero permaneció como terreno baldío. Allí, en 1998 fue inaugurada la Plaza del Lector, un espacio equipado con bancos para doscientas personas, música funcional, fuentes, y un servicio de biblioteca abierta que ofrece a los visitantes libros y periódicos del día.
Este espacio, que abrió sus puertas en 2011, está pensado como un recorrido por la cultura nacional y por la experiencia nacida de nuestra condición de hablantes y lectores. Con ese objetivo, las muestras del museo incorporan arte, tecnología, pedagogías y reflexiones de distintas disciplinas, proponiendo al visitante una relación interactiva e invitándolo a que se reconozca como creador y depositario del tesoro común que es nuestra lengua.