11 h | Barracas a orillas del río

Caminamos en la búsqueda de murales por el barrio.

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Seguimos en el mismo barrio, aunque cambiamos el estilo artístico. Barracas fue una zona industrial y actualmente los artistas urbanos aprovechan los muros de cemento, las chapas y los predios abandonadas para pintar sus obras. En muchos casos, no deben pedir ni permiso al dueño.

En 2012, se formó el conjunto Colectivo Sullair, que busca embellecer el barrio. Desde entonces, se multiplicaron los murales y algunos de estos llaman la atención por su tamaño. Vamos a caminar y a detenernos en las diferentes obras.

Mural Abstracto 

Fue pintado en febrero de 2016 por el artista cordobés Elián. (calle Villarino 2299)

Ciclistas

Tres ciclistas avanzan en fila por la calle Gonçalvez Días al 1100. Con cuerpos verdes y formas extrañas, cada rueda tiene una historia diferente.

Niño de la calle aspirando pegamento

Creado por El Marian, tiene un estilo impresionista que denuncia y muestra los márgenes de la sociedad (calle Pedro de Luján 2319).

El regreso de Quinquela

Es el mural más grande del mundo y uno de los imperdibles de Buenos Aires. Mide 2000 m2  y lo realizó Alfredo Segatori con aerosol a mano alzada. Homenajea a Quinquela Martín y retrata a vecinos reales del barrio.

Barrabravas

Retomamos la calle Pedro de Luján y antes de llegar al 2400 nos cruzamos con un puente. Debajo está la obra de Franco Fasoli y Pastel, criaturas mitad hombre y mitad bestia, que representan la violencia entre hinchadas de fútbol.         

Mujer con cuernos y Tortuga gigante

A pocos metros de distancia hay dos obras que llaman la atención. La primera fue realizada por Milu Correch, una artista del barrio Villa Urquiza, mientras que la tortuga es obra de Martín Ron, interesado en la degradación de la naturaleza en manos del ser humano.

Escapar de la realidad

Es un gran mural del colectivo Licuado y Nicolás Alfalfa, donde se retrata a unos niños y a un monstruo. Al lado, Sombras bailando, de Cuore, y Toro con abejas, de Georgina Cotti (calle Santa María del Buen Aire 1050).    

Ciclista

Una serie de diversos ciclistas con estilo afrancesado fueron pintados en el barrio por el artista Pol Corona. Al lado, Cara de Hombre Negro, de los artistas peruanos Entes y Pésimo. Luego, por toda la calle hay intervenciones realizadas por los alumnos de la escuela de mosaico del Centro Metropolitano de Diseño (CMD), que está en frente. Entre otros, hay uno que se titula Del barrio somos, realizado en 2011 por Rodolfo Sorondo, con cerámica de Teodolina García Cabo (calle Algarrobo 1000).

Leones enfrentados

Pintado con los mismos materiales de los grafitis de propaganda política y con carbón de asados de trabajadores en la calle, la obra de Franco Fasoli mira fijo a quien pasa por ahí. Es el primer grafitero que se volvió muralista y artista plástico (calle Villarino 2466).

Proyecto Sullair

Un enorme mural en la fachada de un predio abandonado, da color frente a una escuela. Diferentes figuras con el amarillo y el rojo predominantes resaltan en una pintoresca calle de adoquines (Santa María del Buen Aire al 900).

Cómo seguimos:

Caminamos Luján y Santa María del Buen Aire, donde está la parada del colectivo línea 20. Treinta minutos después estaremos en nuestro próximo destino, las calles Pedro de Mendoza y Pérez Galdos, en los alrededores de la Usina del Arte.

 

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VILLARINO 2299